sábado, 22 de septiembre de 2007

El Dios que anduvo en bote

Pisó la tierra con las plantas de los pies como cualquiera de nosotros. Usó el serrucho, comió pescado, tomo vino, anduvo en bote y lloró. Dejó de ser invisible y lejano.
Pero murió joven por ser sincero. Lo mataron porque le traicionaba la verdad en sus ojos. Pero murió sin odiar. Murió excusando, que es más que perdonando.
Él rompió la vieja moral del "diente por diente", de la venganza mezquina, para inaugurar la frontera de un amor y de una violencia totalmente nuevos. Él, tirado en el surco, aplastado contra la tierra, traicionado y abandonado, incomprendido, siguió amando. Por eso venció a la muerte. Por eso estamos resucitados todos: los hombres y las cosas.
Es extraño ver a un Dios frágil, un Dios que llora, un Dios que no se defiende. Un Dios que perdona a sus asesinos y torturadores mientras lo están clavando.

Un Dios que debe morir para triunfar.

Un Dios que hace de un ladrón y criminal el primer santo canonizado de su Iglesia.

Un Dios joven que muere acusado de agitador político.

Un Dios sacerdote y profeta que sube a la muerte como la primera vergüenza de todas las inquisiciones religiosas de la historia.

Dios amigo de la vida, Dios que sufrió los mordiscos de todas las tentaciones, Dios hecho hombre que sudó sangre antes de aceptar la voluntad de su Padre.

Es difícil este Dios, para quienes creen que sólo se triunfa venciendo, para quienes creen que sólo se defiende matando, para quienes creen que salvación es sinónimo de esfuerzo y no de regalo, para quienes lo humano es pecado, para quienes santo es igual a estoico y Cristo igual a ángel.

Es difícil, para quienes siguen soñando con un Dios que no se parezca a los hombres, que no haya llorado nunca, que no se haya cansado nunca y que no conozca el sabor del pan.
(Modificacion de texto de Juan Arias) encontrado en el rincon de Yanka

3 comentarios:

Fdoaranc dijo...

Lo leí y me emocioné. Decía cosas que nunca había pensado. ¡Pero si Dios fue humano y caminó entre nosotros! ¡Y no me dí cuenta lo humano que fue! En verdad, es como para darnos cuenta lo valiosos que somos. Si Dios se hizo humano, cada uno de nosotros tiene tanto valor como para que el mismo Dios se transforme en uno de nosotros. Es la prueba más fehaciente de que Dios nos ama, y tanto que se hizo uno más. Y no ama sólo a algunos. Quiso dar a entender que TODOS, hasta los que menos valor tienen para nosotros, son importantes a sus ojos. Sino ¿como entender el misterio de su pasión? ¿Cuántos sufren cada día por causa del hombre? A ellos Dios los llama a verse como Dios los ve; y asimismo a quienes los hacen sufrir, los llama a verlos, a los otros con los mismos ojos de Dios.

Carol Crisosto dijo...

Dios se hizo hombre para mostranos su amor. Jesús es el rostro más humano del Padre como no amarnos entonces si somos sus hijos. slds.

Yanka dijo...

"No hay nada más humano que Dios"
Hasta siempre...